Como reza el famoso refrán “Más vale prevenir que curar”, pero ¿quiénes, cuando y como deben hacer esto?

Pues bien, la prevención para mantener saludable nuestro cuerpo debe de hacerse siempre, en todas las edades, pero especialmente a partir de los 21 años aprox. A partir de esta edad, tiempo que pasas sin cuidar tu cuerpo, son oportunidades que le das a la enfermedad para colarse en el organismo. 

La forma de cuidarnos es lo más sencillo del mundo, tan solo que requiere consciencia e implicación diaria, algo que falta cada día más en nuestra sociedad moderna que todo se quiere fácil, rápido y que nos le den hecho. Además, al vivir tan acelerados y sobreocupados, se da una desconexión con uno mismo, creando alteraciones emocionales y energéticas. Esta es una espiral peligrosa, que te lleva al hambre emocional con un consumo excesivo de productos dulces y grasas. A pasar largas horas conectados a las pantallas y a postergar lo verdaderamente importante, esperando que algún día llegue el momento perfecto para comenzar a cuidarse, algo que no llega, lo único que llega es el arrepentimiento de no haberse cuidado antes. 

La prevención parte de 4 pilares fundamentales: 

• Alimentación correcta (según necesita nuestro cuerpo en cada momento; no todo lo saludable es favorable para todos)
• Actividad física (adaptada a nuestra constitución y forma física, practicada a diario, con constancia)
• Descanso y buen dormir (sueño nocturno de calidad, para despertar con vitalidad)
• Reducir el estrés (gran caballo de batalla de nuestra sociedad moderna, pero afortunadamente tenemos varios elementos muy efectivos para contrarrestar el estrés y generar armonía en nuestro interior). 

Solicita ya tu hora de visita para septiembre y comienza esta nueva temporada con un estilo de vida y cuidados saludables, adaptados a tus necesidades.