Cada estación tiene sus cualidades (luz, energía, temperatura, condiciones atmosféricas, etc.) y mueve unas determinadas energías que tienen gran influencia en los seres vivos y en todos los aspectos de la vida. Pero vamos a enfocarnos exclusivamente en el cuerpo y salud.
Es conveniente prepararnos previamente al cambio estacional y así poder hacer una adaptación progresiva correcta, armonizada y saludable, aprovechando al máximo todas las cualidades estaciones en favor de nuestro bienestar presente y prevención futura.
Vivir en armonía con los ritmos estacionales, es clave para vivir con salud y hacer una correcta prevención de salud futura.
La primavera activa la energía en los seres vivos, junto con su elemento orgánico vital, la savia en las plantas y la sangre en los animales y humanos. Cada estación requiere una forma de vestirnos, unas adaptaciones a las horas de luz solar y temperaturas, nuestro cuerpo está más o menos predispuesto a la actividad física o intelectual, a la introspección o celebración, pero si algo debemos de establecer como primordial o imprescindible en cada cambio estacional, es la adaptación nutricional, que es la llave de oro del bienestar.
“La primavera es la estación clave del año, la que marca el estado que vamos a tener en las siguientes estaciones, según los cuidados que aportemos en esta”
La sabia naturaleza ya nos proporciona los alimentos que necesitamos en cada momento, tan solo debemos reconectarnos con la naturaleza para saber qué alimentos corresponden, así como aprender la forma de cocinado y combinación adecuada según nuestro estado de salud y momento de vida.
Esta adaptación estacional debe de estar establecida por un profesional, salvo que se tenga la formación y experiencia suficiente para saber nuestro estado personal, necesidades nutricionales y de estilo de vida.
Si hacemos una adaptación correcta a la primavera, vamos a obtener muchos beneficios:
- Evitar astenia primaveral, depresión o decaimiento anímico.
- Evitar o reducir las alergias primaverales.
- A nivel digestivo, mejorar las digestiones y evitar la inflamación.
- Adaptación inmunológica.
- Mejorar la calidad muscular y tendinosa.
- Evitar o reducir las contracturas musculares, así como rigidez, tensión y debilidad muscular.
- Vitalidad duradera y estable durante todo el día.
- Bienestar durante toda la primavera y mejor adaptación para la siguiente estación, el verano.
Para que todo esto sea posible, es recomendable comenzar con los cuidados necesarios 15 días antes al cambio estacional. No son unos días exactos, sino aproximados.
Con la llegada de la primavera se activa nuestra energía y sangre, pero también, y con mucha fuerza, nuestra piel, hígado y vesícula biliar, por ello que tradicionalmente la primavera siempre se ha asociado a las depuraciones en la persona, tanto físicos, como mentales, emocionales y energéticos, pues somos un conjunto perfectamente unido, relacionado e inseparable, somos un ser holístico.
Pero cabe destacar que preparar nuestro cuerpo para primavera y depurar nada tiene que ver con las modas actuales de pasar días con jugos verdes crudos o con preparados comerciales, sino que un detox correcto debe de basarse en los alimentos y formas de cocinado apropiados a nuestra actividad personal digestiva, excretora, hepática, renal, emuntorial y de piel. De no hacerse así, se puede percibir una sensación de mejora y pérdida de peso, pero no será saludable.
Nuestro hígado, gran trabajador, realiza más de 500 funciones, entre las que podemos destacar la digestión, extracción de nutrientes, regula la concentración de aminoácidos en sangre, metabolismo de grasas, almacén de hierro, vitaminas y glucógeno, producción de bilis y colesterol y depura la sangre.
Si nuestro hígado está cargado de un exceso de toxinas orgánicas (cenas tardías, fármacos, alcohol, azúcares, harinas blancas, fritos, aditivos y grasas entre otros) o bien de toxinas no orgánicas (exposición excesiva a ondas electromagnéticas y pantallas, estrés, exceso de pensamiento, rabia, preocupación, falta de descanso o de sueño reparador), no puede realizar correctamente sus funciones, por lo que esta adaptación a la primavera es algo que requiere un trabajo preciso, bien estudiado y aplicado.
Deseamos que esta información haya sido de tu interés y te ayude a cuidar tu cuerpo cada día más y mejor.
